La cantante británica Amy Winehouse llegó el jueves a un tribunal de Londres para hacer frente a un cargo por agredir a una mujer tras un baile benéfico el año pasado.
La cantante de 25 años, que llevaba un traje gris y su característico peinado a su llegada al tribunal de magistrados de la City of Westminster, ha negado haber agredido a Sherene Flash en el baile de Berkeley a finales de septiembre.
La cantante ganó cinco Grammys en 2008 y su segundo álbum, "Back to Black", fue aclamado por la crítica. Pero su vida privada, incluída una batalla contra la drogadicción, ha opacado su éxito profesional.
En marzo, Winehouse no pudo obtener un visado para actuar en el festival Coachella en California debido a esta acusación por agresión.
Este mes puso fin a su matrimonio de dos años con Blake Fielder-Civil, cuyo abogado dijo que su cliente presentaba la separación por adulterio.
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